Ahí donde el caos amoroso empieza, ahí donde hay cuarenta mil cosas en la cabeza. Ahí, donde el reloj se viste de rompecabezas. Ahí donde me peleo con matemática y física. Ahí, donde llego tarde a las clases de teatro.
Ahí donde almuerzo, me visto, tiro los útiles en el bolso, y todo de apuro. Ahí donde corro hacia la parada del ómnibus. Ahí donde salir los viernes y sábados se vuelve religión, porque el liceo se vuelve stressante y aburridor. Ahí donde no me da el tiempo. Ahí donde corro caminando y salto alto volando, donde me quedo quieta moviéndome y donde me callo gritando.
Ahí donde suena el despertador bien temprano y nunca me levanto a su compás. Ahí cuando la ficha cae, es invierno. Bienvenido, invierno. De seguro en el verano no te extraño.
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