jueves, 28 de octubre de 2010

Los sube y baja de las rounds de la vida.

En boletería no te dicen cuanto tiempo te vas a quedar en un lado o en otro, solo te dan el ticket para poder viajar.
Yo camino con el en la mano como cuando me subo al bondi, y exploto al máximo ese lado bueno y arriesgo, total tormenta siempre viene igual.
Nunca subestimo a las vueltas de la vida, pero casi siempre cuando viene racha buena luego viene una peor, y luego se invierte el proceso. Así que como dicen algunos abuelos disfruto a lo uruguayo, gozando lo bueno y aprontandome para lo malo.
Tengo una cajita de herramientas con un par de bombas de flores y barcos de sobra por si se me pincha el mío, o alguna mala persona me trata de ahogar.
Subo a la montaña rusa y me toca la primera fila, con una señorita de buena sonrisa que no para de nerviosar. Arranca el viaje y despego a lo más alto, llego, me deslizo por el brazo de orión y me hecho a bailar en la vía láctea. Luego la flaquita de al lado comienza a marearse y vomita sobre mi ropa, la montaña baja en picada y me encuentro con los cadáveres más profundos, allá, subterráneos en el universo.
Me bajo de la montaña y entro al subte, y me levanto, sabiendo que en cualquier momento me elevo de nuevo.
De nuevo lista para brillar, sin eclipses de ningún tipo, realmente aprontandome para extasiar.
Y así voy de polo en polo, viviendo el presente, mezclando pasado, a veces riéndome de él. Haciendo puntos para el futuro y tratando de no parar el sonreír.
Las vueltas de la vida nunca paran de viajar a los extremos de un lado a otro, de afuera hacia el centro.
A mal tiempo buena cara, como dice alguna canción, dejando correr el agua..

No hay comentarios:

Publicar un comentario